
Aaaay Dinosaurio, cuan curioso ser.
Un tío culto y disperso por doquier.
Su nariz, la aleta de una orca.
Y su pelo, una escobilla de Menorca.
¿Acaso viste su pene sin querer?
Una protuberancia digna de ver.
Pregúntale lo que te apetezca
Te hablara hasta que amanezca
Indígnalo sin que la ocasión merezca
En tu hombros nudillos, y que el dolor crezca.
Deja una respuesta